CAMISETAS

13 de Febrero de 2.015

El tiempo está pasando volando.El día de la partida está cada vez más cerca.
El entrenamiento y la dieta van genial. El otro día he sido capaz de hacer 17 minutos de trote continuo y ya he logrado hacer 50 minutos seguidos encima de la bici estática. Es decir el plan de entrenamiento va según lo previsto y creo que llegaré en óptimas condiciones para el gran partido de la XII.

Los detalles del viaje se están cerrando. Si el tema de los vuelos está listo, en estos últimos días se ha concretado el asunto de las camisetas.
Tan pronto he recibido el mail del MAIN, lo he contestado lo más rápido posible, siempre intento hacerlo así. Ya me quedó claro lo que piensa el MAIN sobre los que no le contestan y no quiero entrar en la lista de vagos y maleantes.

Estoy deseando tener la camiseta en mis manos, ponérmela y notar ese orgullo, que solo puede sentir un Porcobravo con la negra. Eso si, ya me aviso el MAIN que tan solo puedo usarla para partidos oficiales de los Porcos, que como me vea con ella en otras pachangas entraré en la lista para las siguientes decapitaciones.
Y que ni me imagino lo que me puede pasar si me equivoco y llevo otra a un partido oficial.
Por supuesto seguiré estas reglas y nunca jamás mancillaré la negra.

En principio solicité una XL porque pensé que una camiseta holgada y cómoda era lo mejor para desarrollar mi buen juego, pero luego cambié a una L, porque consideré que una camiseta muy grande no me quedaría nada bien y además no quiero parecer desaliñado en las fotos, con la camiseta saliéndome por fuera y demás.
Finalmente y en el último momento solicité una M. Creo que la camiseta bien ajustada y marcando músculo me quedará perfecta y con este plan de entrenamiento que llevo, y quedando algo más de un mes  perfectamente me servirá esa talla.

Por otro lado están las camisetas de paseo. Me llena de orgullo y satisfacción  saber que empresarios locales se ofrecen para que los Porcos vayamos bien vestidos patrocinando sus locales por el mundo adelante.
Uno como yo, que nunca perteneció a un colectivo de élite como este, se emociona al saber de estas iniciativas y a la vez siente una gran responsabilidad para llevar estas camisetas con elegancia y dignidad.