3 de Noviembre de 2.014
Llegó el Lunes. Como me propuse hoy comienzo la puesta a punto física para llegar a tope a la XII.
Así que nada más levantarme toca visita a la báscula.
-Coño, puta, no me dice ahora la cabrona que me paso en 12 kilos...pero si hace una semana eran 10...
Pues si que empezamos bien.
De acuerdo, tengo la respuesta. Este fin de semana se celebró la Otubrofest, que cada año organiza el Pontevedra Rugby Club.
El Main citó a todos los interesados a una comida el Viernes. era una oportunidad que no podía dejar pasar.
Así que me afeite, me puse ropa limpia e incluso me duché para acudir a la cita.
Allí estuve con el Main y con un grupo de agregados a la causa Porcabrava. Fue interesante y me permitíó conocer algo más de cerca a algunos de los que serán compañeros de aventura. Estos son algunos de los aspectos que debo destacar del encuentro.
Lo primero que llama la atención es que al Main lo tutean. Yo iba pensando en que tratamiento debería darle, pero llegado el momento no quise hacer el ridículo y quise pasar desapercibido haciendo como el resto.
En segundo lugar, extraña la cercanía del Main, es que a ver, es como una persona como nosotros, bueno, vale no es como nosotros, pero se comporta como tal, no se si me explico. a mi trató de tu a tu y fue bastante amable, aunque no lo creáis me dejo compartir la mesa con ellos. Estoy encantado de lo humano que es.
Destacaría también la multitud de anécdotas y cosas de viajes que se aprenden en estas reuniones. Aunque muchas no las entienda porque no las he vivido, intento aprenderlas y sonreír cuando las cuentan.
En definitiva todo va genial, aunque me preocupa una cosa, comemos salchicha y hacemos alguna broma sobre ello. A mi mente asalta la terrible relación de comer salchichas y cierto rito de iniciación que debemos pasar los novatos en Inglaterra. Intento calmarme un poco hasta que no aclare un poco más este tema, y bueno si el precio que hay que pagar.......
Después de unos cuantos litros de cerveza alemana nos despedimos hasta otro día.
El sábado y el domingo también me he pasado por la carpa, por si sonaba la flauta y me encontraba con algún porco bravo, con el que poder seguir confraternizando pero no hubo manera. Lo único que conseguí los dos días fue llegar a casa dando tumbos y con el estomago un poco más hinchado.
Bueno amigos ahora os dejo, que me voy a la tienda a comprar unas zapatillas de deportes y un chandal nuevo.
Mire usted porco a diario.
ResponderEliminar¿Es cierto que de cerca, el Main tiene el carisma de Obama y la bondad infinita de Mandela?
Siga usted entrenando
Muchas gracias por opinar en este humilde blog, es usted muy amable.
ResponderEliminarYo más bien y a sabiendas de que puedo ser condenado por ello, al MAIN, por la paz que transmite lo compararía más con el Papa Francisco
Esta página me recuerda aquel hilarante programa de no quiero estar gordo.
ResponderEliminarPor lo mismo y un casual ¿ es usted el conocido por pichichinabo?
Buenas Tardes
Por qué los dibujitos son de cerdo y no de jabalí? Vagancia o búsqueda de simpatías en este valle de putas que es la Anglogalician?
ResponderEliminarSimplemente, a día de hoy me considero un humilde cerdito doméstico. No seré un verdadero Porcobravo hasta que no hoye un orfanato inglés con la manada.
Eliminarde cerdo a porco bravo cabe un rabo>
ResponderEliminarEl doctor Meyers
ResponderEliminarNadie, salvo el doctor Hill,
hizo más por la gente de este pueblo que yo.
Y todos los débiles, los incapacitados, los irresponsables,
y quienes no podían pagar venían a mí.
Yo tenía buen corazón, el buenazo doctor Meyers.
Lleno de salud, contento, me iba de lo mejor,
con la bendición de una esposa que me comprendía, mis hijos ya crecidos,
todos casados, bien acomodados.
Y entonces una noche Minerva, la poetisa,
me trajo su problema, llorando.
Traté de resolvérselo —ella murió—
me inculparon, los diarios me difamaron,
mi mujer murió con el corazón destrozado.
Y la neumonía acabó conmigo.