Miércoles,
8 de Diciembre de 2021
¿Cómo están ustedes?
Supongo que cómo la mayoría, expectantes, viendo cómo evoluciona toda esta situación actual, porque con tanto movimiento de ola por aquí, ola para allá, ola que viene de no sé que carallo de país,....
Y así seguimos no se hace cuanto tiempo, y así es muy complicado hacer previsiones respecto a la AngloGalician.
Eso que yo soy de los creyentes, creo en la palabra del MAIN, y el confía en partido en 2022. Y por tanto tengo que creer.
De hecho, ya estamos entrenando semanalmente, entrenamientos de verdad, no cómo las pseudopachangas del verano, estos entrenamientos están certificados por el MAIN. Aunque bueno, eso de ir...., tres gatos y gracias. Luego vendrán los lloros, pero bueno mejor pocos y buenos, con gran calidad, que no muchos y toscos y torpes porcos, menos dotados en lo futbolístico.
Insisto, quiero creer en SU palabra, pero hay veces que tengo mis dudas. Ya he comentado en alguna ocasión, mi teoría que este virus ha sido creado por los ingleses, para poner excusas para no volver a jugar la competición. Y cada vez estoy más convencido de ello.
Y es que los ingleses no van a venir, sólo están troleando y alargando un poco la situación, la única posibilidad de que haya AGC en 2022, es que los Porcos vayamos a suelo hostil. Y para ello hacen todo lo posible para ponernos trabas, que si Brexit, que si virus, que si mejora un poco la cosa me invento el Omicron y pongo más trabas por si quieren venir...
Por mi parte, no tengo problemas en ponerme las vacunas que hagan falta, porque yo le pregunte al MAIN si estaba vacunado, y al decirme que sí, yo de cabeza (si me dice que no, me hago más negacionista que el Bosé), pero claro siendo realista y pesimista, si vamos tres a Bueu, imagina cuántos de estos adláteres se apuntarían a un viaje fuera de la Unión Europea.
Es una pena, porque tengo muchas ganas de Kebab inglés, de comida basura y grasienta de las islas, de cerveza tibia en increíbles pubs, y sobre todo, tengo ganas, muchas ganas, de vacunar a unos cuantos tractores con la bananozeneca.
Oteando que es gerundio
ResponderEliminarJugar a luchar contra cualquier lejanía, estar dispuesto a todo, buscar ganar, resistir, no pensar que el tiempo “el olvido que seremos” va a ganar a nuestra voz, ternura, palabras, complicidad, deseo. Y si así es tendrá que llevarse por delante mi cuerpo, pero mi cuerpo es duro, fuerte, resistente, ágil, invencible, arrogante. Lo tendrá difícil. Eso pensaba, eso pensé cuando estabas tan lejos, casi invisible, en las remotas intemperies de la vida, como ahora, que te espero y deseo saborear tu cercanía.
ResponderEliminarRojo y Negro. Guiso antiguo. Lucha antigua. Amor antiguo. Buscad hoy esa idea rara del progreso en otra parte.
Hoy unas lentejas suaves y potentes con sus verduras y sus hierbas, su trozo de carne de falda, oreja, morro, morcilla de sangre o butifarra negra, un poco de pollo. Unas lentejas lentas y carnívoras aunque haya desgrasado antes un poco las carnes. Zanahoria, nabo, cebollas, una cabeza de ajo, laurel, patatas del fondo de la tierra. Dicen que la soja nos hace muy longevos. Yo paso de soja y de la cerveza sin alcohol.
ResponderEliminarEn Galizalbion, los comedores de lentejas, judías, garbanzos son también muy longevos y no hacemos leche de lentejas o yogures con extracto de lenteja. Unas lentejas lentas, sabrosas, antiguas para perder el tiempo, cocinar despacio y comer más despacio mientras llega 2022.
Me gustan las lentejas poco espesas, nunca rotas o desechas. La legumbre es un lujo y hacerlas bien no es fácil, hay que perder el tiempo. Y saber perderlo. A conciencia.
A esta edad, pasados los cuarenta, los amigos y las amigas vuelven a creer en fantasmas, hombres del saco, sacamantecas, monstruos de pesadilla que tienen nombres extraños y aterradores: cáncer, infarto, hipertensión, colesterol, alopecia, menopausia y algunos piensan que ya no queda tiempo. Entonces toman prestada la ropa de sus hijos o sus hijas, se apuntan a un gimnasio y comen ensaladas, follan con algún cuerpo quince o veinte años más joven y compran cremas que valen su peso en oro, engullen potingues con gingseng y se gastan los ahorros en un deportivo o un poco de cirugía.
ResponderEliminarLo del verano eran infames sudacadas
ResponderEliminarlas cigarras que ahora envidian a las hormigas
EliminarDe la noche es que emergen los restos de la infancia
ResponderEliminarun eslabón perdido atado a lo perdido
de avanzar en su agua vería el surgimiento
vería salir a flote el cuerpo de la criatura
ah, verla salir así
brillante a la superficie reanimada
fabuloso animal de las inmensidades y el olvido.
Gaby, Fofó, Miliki y Milikito dan la bienvenida a Diario de un porco bravo
ResponderEliminarLa capsaicina, la piperina, la allicina... son algunas de las moléculas que enredan con nuestros nociceptores y sentirmos entonces ¿ardor?, ¿picor?, ¿dolor? Sobra decir que me encanta cualquier tipo de picante. Huevos con pimientos verdes fritos, sopas de cachuelas con pimientos secos chascarruos, cerdo ahumado con mermelada de pimientos morrones, higos pasos con nueces de postre. El menú de de los viernes no es apto para invitadas melindrosas, ni para cuerpos torturados con dietas y listas de alimentos prohibidos. Comida picante, sexo y amor agridulces.
ResponderEliminarel nivel de las saturnales era abyecto, al nivel del engendro que las organizaba
ResponderEliminarTu vulva es un cántaro, donde no falta el vino aromático.
ResponderEliminarMe está cortando el rollo y noto que se me afloja un poco el pito.
ResponderEliminarSe lo saco y digo jadeando: «Ahora por detrás.»
Ella se vuelve, pero no se pone de rodillas, sino que se queda tumbada con una sonrisa perversa. Por un instante me pregunto si querrá que se la meta por el culo o no.
Me llevó un rato meterla. Recuerdo haberme sorprendido de que entrase hacia arriba , en vez de directo para adentro. Tenía el chocho húmedo y escurridizo pero un poco estrecho, y tuve que doblar las rodillas. Tras unos pocos movimientos de vaivén le vacié mi carga mientras las piernas se me doblaban y caía sobre el colchón. Fue mi primer polvo como está mandado; mi primer polvo en caliente.
ResponderEliminarYa han arrojado sus excrementos al abandonar la vida, como se suelta un fardo infamante. Su vientre resuena con el sonido vacío y duro de los tambores. Y tienen el olor fino y penetrante del bómbice. Parece proceder del corazón de la tierra, del imperio donde las larvas almizcladas caminan entre las raíces, donde las láminas de mica despiden su resplandor de plata helada, allí donde mana la sangre de los futuros crisantemos, entre las turbas pulverulentas, los cienos sulfurosos.
ResponderEliminarAunque nunca estuve satisfecho de mis pintas, al ser un porco bravo tenía acceso a todos los chochos que necesitaba. A veces sólo eran pencos, y tal, pero un polvo es un polvo. Era algo que hacer después de una bulla; era mejor que no follar. Eso le hace polvo la autoestima a cualquiera. Ya lo creo.
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