viernes, 20 de diciembre de 2019

FELICES Y PORCAS FIESTAS


Viernes 20 de Diciembre de 2019


Bueno, compañeros, acaba un año que a nivel Porco bravo, tengo que tildar de excelente, quiero decir tenía dos grandes objetivos y el resultado de ambos ha sido satisfactorio.

  • Objetivo 1: Ganar la XVI     LOGRADO
  • Objetivo 2: No ser purgado  LOGRADO 

Luego, tenía otros objetivos mucho más terrenales y estos han tenido suerte dispar.

El objetivo recurrente de todos los primeros de año, que era perder peso, pues ha habido momentos, sobre todo en la fase más dura del entrenamiento, que he estado rozando el medio kilo menos, pero ya después de la gran victoria de Octubre, la autocomplacencia, los fastos, las fiestas posteriores...las navidades ahora....sospecho que para comienzos del 2020 estaré algo por encima de las diez arrobas de peso, pero por MAIN juro que me pondré a tono para estar a tope en la victoria de la XVII.

Otro objetivo que era sacarle lustre al banano y frotarlo bien contra algún parrús, pues bueno tampoco es que lo lograse demasiado, al menos gratis. Eso si después del triunfo en Sheffield, a raiz de que salimos en la prensa y demás, si noté que se me acercaban bastante señoritas de buen ver, deseosas de catar el salchichón galego. Que pasa, que se me acercaban, por si les podía dar el teléfono del goleador, del MAIN o de alguno de los nuevos jóvenes fichajes.
Bueno, al menos grabé imágenes, que me sirvieron para mis cosas después en casa.

A raíz de esto, del triunfo en la XVI, he tenido más llamadas de equipos de tercera y hasta un par de segunda regional, interesándose por mis servicios. Me han llamado también de algún medio de comunicación y alguna revista como "Gordos pero exitosos", "Viajeros de peso" ó "Ositos peluditos" ??, esta última no se que interés tendrían en saber de los Porcos.
E incluso, me ha llegado una oferta para hacer un documental en Amazon titulado " El corazón de un Porcobravo" que me estoy estudiando seriamente.

Resumiendo, un buen año que espero tenga su continuidad en el 2020 y para ello le pido a Papa Noel y a los Reyes lo siguiente:

  1. Ganar la XVII
  2. No ser purgado
  3. Perder algunos kilitos
  4. Dar mandaga, mucha y de la buena, y......sin pagar
  5. Llegar a ser delfín

Venga amigos, lo dicho, a disfrutar de las fiestas, que seáis felices, y que el 2020 venga cargado de victorias, de dietas y de cricas a las que poder acoplar el banano.
Y que brindéis mucho con cerveza Nasa (me ha dicho el MAIN, que si no meto la cuña, el deseo 2 y el 5 no se cumplirán ni de coña)



31 comentarios:

  1. Uno que no come el turrón20 de diciembre de 2019, 10:53

    Me caias bien y me reía con tus tonterías de entradas, así que me dará pena que te cuelguen precisamente en estas fechas navideñas, pero te has pasado con el dibujito.
    Echaré de menos tu blog.

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  2. El clan de los temibles20 de diciembre de 2019, 11:55

    Como el Main tenga el mismo ojo fichando jugadores que tiene para fichar inútiles para la fábrica, vais bien de culo.

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  3. Uno de la chusma porcobrava a la que representas20 de diciembre de 2019, 14:01

    Siuuuuu tio
    Me representas, por fin alguien capaz de reconocer las verdaderas preferencias de los Porcos de a pie.
    Eres un heroe, te mereces ser delfín sin dudas, sería muy importante para nosotros, la plebe, tener a un representante en tan altas esferas.
    Felices fiestas para ti también y que el 2020, te venga cargadito de huerfanitas con las que compartir tu banano

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  4. No te enteras, Capitán Contreras20 de diciembre de 2019, 16:20

    Eres como el calvo en el 69 sentido. "Objetivo 2: No ser purgado LOGRADO "
    Si ya estás purgado. Lo que pasa es que crees que ves purgados cuando el purgado eres tú.

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  5. este kimono-mariposa que ensobra en rojo un gesto20 de diciembre de 2019, 21:49

    as cabras mordiéndose los lomos en su caídas, los bueyes de quebrados pescuezos y los cerdos haciendo su aguda avaricia

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  6. Este estereotipo del macho encuentra su contraparte en el personaje del gay, que hace su aparición en el cine mexicano en la comedia de ficheras. Como nos explica Keesey, la homosexualidad ha sido y continúa siendo mostrada en el cine como tema tabú y motivo de bromas. La sexycomedia no es la excepción y es, por otra parte, una manifestación de lo que Bernard Schulz-Cruz llama la heteronormatividad discriminatoria, hipócrita y ambigua que ha regido a la sociedad mexicana. El personaje del mesero gay o del homosexual amanerado, dicharachero, escandaloso y obsesionado con el miembro viril es la constante que nos manifiesta la adjudicación que se le hace al maricón, pinche joto, puto, sodomita, pederastra, nibelungo taponango… de comportamientos patológicos, demenciales, psicóticos y dañinos. Esto podemos verlo ejemplificado cuando en Los plomeros y las ficheras (1988) Andrés García llama portador del sida a un travesti o cuando en Pedro Navaja (1984) se oye decir: “Les va a dar herpes por maricones”. No obstante, por un lado el homosexual (el pasivo) lleva siempre las del perder, por otro este cine también le da un lugar en la sociedad, e incluso le otorga atributos como el refinamiento, la creatividad, la solidaridad y la afabilidad, como podemos ver en el caso del personaje de el Morí (Maurice). La sexicomedia, además, pone en manifiesto esa homosexualidad latente que Paz adjudica al macho mexicano, susceptible a estallar en cualquier momento.

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  7. Rey negro danza delante de la multitud,

    Y hechiceros aporrean el tom-tom.
    Grandes mujeres negras se ríen fuerte y grosero,
    Títeres se tiñen la boca, y arden.
    La sucia pava de ampolla,
    Algunos huesos de pájaro, y un niño.
    Nuestro Padre Mayor Auxiliante Sol
    Nos golpea distraído-ignorantes.
    Siete veces pasa la luz
    Siete veces de la tierra al sol.
    Miramos y vemos a la oscuridad volverse fría.
    Miramos y vemos Requiem.
    Rey negro danza frente a la multitud,
    Y los hechiceros aporrean el tom-tom.

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  8. videncia y palpo del misterio en su ser natural23 de diciembre de 2019, 11:54

    El olor de mis axilas es más puro que la plegaria a un coño

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  9. Fuck Nadal (fdo: Federer)25 de diciembre de 2019, 12:36

    La gloria está en los dientes

    —se los dije.

    Yahveh come prepucios filisteos y Alá se engolosina con clítoris de jovencitas africanas.



    Hacemos cosas que no deberíamos hacer.

    Yo me vendo por agua y otros organizan excursiones vacacionales a las que llaman Semana del Carnicero.



    Los dioses nos han hecho para su deleite.

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  10. Por un burgo posmedieval, en la era del preludio a la nada, un lobo se oculta en la multitud escapando de los cazadores del Deseo y sus balas de plata. Fue bautizado por un sacerdote pederasta, aprendió a leer y ahora anda en busca de carne fresca.27 de diciembre de 2019, 23:30

    Las tetas pegándote en la espalda en el pasillo de la letrina el liquen orgánico el lirio vaginal el deseo escuece las heridas las señales las marcas por aquí por allá rojas tu ojo tu culo tu idea tus ganas la retórica es el mito los paraísos jamás y la retórica es el fragmento la parte el otro
    el tránsito bajo un sol mohoso que te espía desde el fondo de una calle larga sin oasis
    para detenerse a respirar jadear el mito el fragmento la parte tu ojo tu culo tu idea las puras ganas lo mismo lo otro

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  11. rojo avasallador
    rojo implacable
    vermelho avassalador vermelho
    implacável overwhelming red
    relentless red
    abrumador rojo
    incesante rojo
    incessante vermelho
    vermelho esmagador
    incessant overwhelming red
    red incesante
    abrumador rojorojoincesante
    vermelho vermelho
    overwhelming esmagador
    incessant red

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  12. Adentro, hay veces, hay peces y hay pasos. Pesa cuánto besa una racha de días en los que despertamos sonrientes al atardecer. Besa cuanto pese. Pasaba un payaso de plástico sobre un carro alegórico que trataba de esos días. Pasaba que era tarde. Entonces imprimimos un cuaderno de topos que florecieron en los baños de la estación de buses.

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  13. Ella se apretó alrededor de su polla, pero sabía que su propio desenfado era una actitud defensiva.30 de diciembre de 2019, 22:17

    Y, sin embargo, no era la mejor experiencia sexual que había conocido en su vida. Pero ¿quién había dicho que existiera una relación entre la decencia humana y un buen polvo? ¿Y quién establecía una tabla de clasificación de amantes? Sólo los inseguramente competitivos. La mayoría de la gente no recordaba su mejor experiencia sexual. Quienes sí la recordaban eran excepciones. Como Emil. El bueno de Emil, un amigo gay que ella tuvo. El sí se acordaba. Un día, ella le mandó una postal de Carcassonne. Cuando volvió a casa, la respuesta rápida y exultante de Emil estaba en el felpudo. Su carta empezaba: «Eché el mejor polvo de mi vida en Carcassonne. Hace ya tiempo. Una habitación de hotel en el casco viejo, con un balcón que daba a tejados calientes. Se estaba fraguando una tormenta tremenda, como en un cuadro de El Greco, y mientras el cielo se ocupaba de sus cosas, nosotros de las nuestras, hasta que el intervalo entre el relámpago y el trueno se redujo a nada y tuvimos la tormenta encima, y parecía que simplemente seguíamos la pauta que nos marcaba el cielo. Después, tumbados en la cama, escuchamos la tormenta que se dirigía hacia las colinas, y durante esa pausa oímos que caía una lluvia purificadora. Suficiente para creer en el Main.

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  14. Why not wear red socks?
    Let's go out all in red

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  15. Zorra Vocacional5 de enero de 2020, 1:17

    En primer lugar, lo tenía minúsculo. ¿Que qué entiendo por minúsculo? No sé… ¿Doce centímetros? Una cosa mínima, en cualquier caso. Era una presencia tan ridícula -su aparato, quiero decir-, que estuve a punto de proponerle que me tomara por detrás, sabiendo que no me dolería. ¿Cómo iba a dolerme algo tan pequeño? Pero, por supuesto, no es cuestión de proponerle algo parecido a un individuo al que acabas de conocer en un bar. Total, que lo hicimos de la forma tradicional, enroscados y babosos como anguilas. Nuestras pelvis entrechocaban una y otra vez y yo le sentía jadeando sobre mí, esforzado escalador, inútilmente empeñado en llegar a mi cima; pero aquel micromiembro se restregaba patéticamente en mi entrepierna, resbalando una y otra vez entre mis labios, y cada nuevo empujón no era sino otro intento vano por introducirse en una sima cuya hondura -de dimensión y de apetito- le superaba.

    Y encima el tío no acababa nunca. Yo gemía y me hacía la entusiasmada con la vana esperanza de que él se corriera por empatía, de que mi excitación fingida activase la suya real, pero de qué. Se tiró horas, o lo que a mí me parecieron horas, magreándome y babeándome, esmaltándome a capas de besos torpes y saliva, arañándome la cara con su barba de tres días, áspera como una lija del siete y yo, mientras tanto, pensando en que tenía que dormir, que debía dormir seis o siete horas, aunque sólo fuera por una noche, porque llevaba una semana a un ritmo de cuatro horas diarias de sueño. Cambié de posturas y probé todos mis trucos; pero ni por ésas, no acababa. Así que al final ya no me quedó más remedio que preguntarle si pasaba algo, y me dijo que no, que le gustaba más hacerlo durar que correrse. Y no sé si aquello sería verdad o habría otra explicación más realista que no se sentía capaz de darme, que yo no le gustaba lo suficiente, por ejemplo, o que había pasado la tarde matándose a pajas en el baño, no sé. Y no creáis que soy una zorra insensible; hice grandes esfuerzos por mostrarme encantadora y no dar a entender que aquello había sido un fracaso calamitoso, un caso flagrante de incompatibilidad física y química, una de las peores experiencias de mis veinticuatro años. Eso sin contar el remordimiento y el miedo que supone cualquier encuentro casual en estos tiempos de sida.

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  16. no trepes en los hombros de fantasmas porque harás el ridículo y la música en tu alma ya no está para fistings.5 de enero de 2020, 23:25

    Me dice la señora del bar aquel de Sheffield que cuando alguien tiene la razón se nota

    porque insulta, se descompone, acusa a sus vecinos de rayarle la espalda,
    de que le pintan penes, coños y códigos de barras.

    Sólo quiere alcanzar violentamente a personas, animales y cosas
    mientras exclama: todo no es más que un atropello de un tractor.

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  17. Only Main forgives7 de enero de 2020, 22:26

    Entre ambos reductos de coños existía la diferencia de lo formidable y de lo siniestro. Una semejaba unas fauces, la otra, una máscara.

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  18. Volveré a la casa, a la cabeza con árboles donde nací, volveré al ojo de topo de mi madre, a la casa hipotecada, volveré a la casa de los huertos donde nadie sufre. Hay un puente de hormigón a no mucha distancia. La hierba está enrojecida. Pequeños matorrales y un chopo reluciente. Lilas marcan el borde de una charca vacía.

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  19. Main es el nuevo Mao10 de enero de 2020, 23:13

    Restos burlescos de esqueletos citadinos
    y galerías, galerías de lava destripada
    piedra que brama—verde—tambores—ahogados

    ¡Cantemos a mayor gloria del Main Rojo!

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  20. El bogatér se hizo el sordo y apretó el paso.11 de enero de 2020, 19:12

    elle, des dit, chat d’eau

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  21. Moloch Van Der Rojo11 de enero de 2020, 19:17

    como errante pagoda submarina sobre la calva roja de tu bautismo

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  22. Sólo el lumpen sodomiza a monjas ebrias13 de enero de 2020, 13:12

    Por la garganta asciende, nube llena de un baldío. El sol cuelga su carcaj en la enramada y todo parece arder de una madera ciega: funde los días de cualquier ministerio. Abuelo, homínido interior que suelta su tendón, fuego cruzado sobre el fuego. En la orilla del patio hay un cuarto; se oxidan sables, saxofones, retazos de papel manchados de memoria. En el centro del patio, rima por secar del mundo, se funda un hormiguero que brota, avanza, sube por el árbol genealógico y rasga. Lleva recolectora la yema de un mí. Venir de un pene sin porqué, de una mujer ignorante de los sueños de lava. Abrimos senda entre cortezas, nos colgamos del árbol como el moho: ahí vemos al Tiempo con el rabillo del ojo.

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  23. Si llego antes del anochecer ella me dejará montarla suavemente y tal vez dar uno o dos tiros al aire con mi viejo revólver después de lavar todos los platos.

    Oh, sí.

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  24. EL REINO DE LOS TOPOS16 de enero de 2020, 22:33


    Labré una parcela de desolación, viejo almanaque, en donde cardenales y verdugos prensaban los racimos del sufrimiento. Las cepas sin viñedos dibujaban nuestra miseria.
    Labré un terreno de fiera rabia. Me hundí en el odio hasta las rodillas, tracé surcos sin huella y mi vida se redujo a un manto sin rostro.
    Labré las peladuras violetas del recuerdo, mañanas de crueldad, el barro de las viejas sentencias y de las homilías, la grama y las espinas y todos los sueños que colgaban de los ganchos bestiales de mis rencores.
    El vómito de la noche endulzó mi cuerpo fatigado.

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  25. Joer, atención al enlace que va con el título del comentario.
    Los porcosbravos son como los Simpsons, unos visionarios, ya lo pusieron en practica en el 2007.
    Mira topo diario de un poco bravo, una liga hecha a tu medida...y bueno al del 95% de los gordos bravos que ya saben donde fichar si los ingleses vuelven a dar la espantada.

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  26. ego se hizo unos huevos revueltos, pero cuando finalmente se sentó a la mesa y miró el plato, descubrió que era incapaz de comérselos.
    —¿Qué pasa? —le pregunté.
    Tardó en sacar la vista de los huevos.
    —Estoy preocupado —dijo—, creo que estoy perdiendo velocidad.
    Movió el brazo a un lado y al otro, de una forma lenta y exasperante, supongo que a propósito, y se quedó mirándome, como esperando mi veredicto.
    —No tengo la menor idea de qué estás hablando —dije—, todavía estoy demasiado dormido.
    —¿No viste lo que tardo en atender el teléfono? En atender la puerta, en tomar un vaso de agua, en cepillarme los dientes… Es un calvario.
    Hubo un tiempo en que Tego volaba a cuarenta kilómetros por hora. El circo era el cielo; yo arrastraba el cañón hasta el centro de la pista. Las luces ocultaban al público, pero escuchábamos el clamor. Las cortinas terciopeladas se abrían y Tego aparecía con su casco plateado. Levantaba los brazos para recibir los aplausos. Su traje rojo brillaba sobre la arena. Yo me encargaba de la pólvora mientras él trepaba y metía su cuerpo delgado en el cañón. Los tambores de la orquesta pedían silencio y todo quedaba en mis manos. Lo único que se escuchaba entonces eran los paquetes de pochoclo y alguna tos nerviosa. Sacaba de mis bolsillos los fósforos. Los llevaba en una caja de plata, que todavía conservo. Una caja pequeña pero tan brillante que podía verse desde el último escalón de las gradas. La abría, sacaba un fósforo y lo apoyaba en la lija de la base de la caja. En ese momento todas las miradas estaban en mí. Con un movimiento rápido surgía el fuego. Encendía la soga. El sonido de las chispas se expandía hacia todos lados. Yo daba algunos pasos actorales hacia atrás, dando a entender que algo terrible pasaría –el público atento a la mecha que se consumía–, y de pronto: Bum. Y Tego, una flecha roja y brillante, salía disparado a toda velocidad.
    Tego hizo a un lado los huevos y se levantó con esfuerzo de la silla. Estaba gordo, y estaba viejo. Respiraba con un ronquido pesado, porque la columna le apretaba no sé qué cosa de los pulmones, y se movía por la cocina usando las sillas y la mesada para ayudarse, parando a cada rato para pensar, o para descansar. A veces simplemente suspiraba y seguía. Caminó en silencio hasta el umbral de la cocina, y se detuvo.
    —Yo sí creo que estoy perdiendo velocidad —dijo.
    Miró los huevos.
    —Creo que me estoy por morir.
    Arrimé el plato a mi lado de la mesa, nomás para hacerlo rabiar.
    —Eso pasa cuando uno deja de hacer bien lo que uno mejor sabe hacer —dijo—. Eso estuve pensando, que uno se muere.
    Probé los huevos pero ya estaban fríos. Fue la última conversación que tuvimos, después de eso dio tres pasos torpes hacia el living, y cayó muerto en el piso.
    Una periodista de un diario local viene a entrevistarme unos días después. Le firmo una fotografía para la nota, en la que estamos con Tego junto al cañón, él con el casco y su traje rojo, yo de azul, con la caja de fósforos en la mano. La chica queda encantada. Quiere saber más sobre Tego, me pregunta si hay algo especial que yo quiera decir sobre su muerte, pero ya no tengo ganas de seguir hablando de eso, y no se me ocurre nada. Como no se va, le ofrezco algo de tomar.
    —¿Café? —pregunto.
    —¡Claro! —dice ella. Parece estar dispuesta a escucharme una eternidad. Pero raspo un fósforo contra mi caja de plata, para encender el fuego, varias veces, y nada sucede.

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  27. Tormentoso, el Topo tiembla: tiene tristeza: atrona un poco.
    ª El Topo no tiene comida: dinero tiene tampoco. Pero tiene taller
    Tiene Taller: en las tardes talla tornea tañe tararea ―atrona un poco―
    ª El Topo se empecina se desmide se tropieza: se tropieza el Topo, repta
    ―tiene anatomía―, atrona un poco.

    ª Siente el Topo la latitud del monte Tupungato, su tosca fosca topo grafía:
    su altitud. Trepa entonces este monte tan campante (todo esto
    entre sus mientes ―o magines―, evidente; así, monta hasta elefantes).
    Entremedio entabla con sus sombras tristes teatros decadentes:
    ¿tendrá el Topo en sus sitios los tornillos o en su testa trae
    tejas sueltas, y en sus patas rotos los tobillos?
    Entretanto, se interroga, se entretiene, estudiando harto su Antropo Logía
    ―triste tópico es el hábitat del Topo, su típico tópico― tapizando
    su entramado de tratados, combatiendo con un cúmulo de dudas, tragán
    dose enteritas gordas ruedas de carreta.
    ª Toma notas el Topo, las anota en su libreta.

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  28. Coincido, pero lo mío es por un tiempo, algo para limpiarme de la cocaína que casi me termina jodiendo.24 de enero de 2020, 12:21

    Pronto nos emborracharemos y a la mierda esto de calcular cada palabra y movimiento.

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  29. El twitter nos hará menos sabios24 de enero de 2020, 19:22

    Los burócratas del ábaco nos informan risueños que el magnífico blog de "Diario de un Porco Bravo", 80 entradas después, ha rebasado los 1.000 comentarios ( o piontas o carallos o X)

    No lloren por la leche derramada.

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  30. mujer divorciemos los instantes del vaivén, que la mano puede más que la polla, desde que nos arrancaron del árbol y mordieron la mitad de nuestros pasos. Dopemos a los payasos milenarios

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  31. Su mensaje está aquí:

    en los sembradíos hay círculos entreverados.

    Son la flor de la vida,

    son toroides

    ¡Toroides! ¡Toroides! ¡Toroides!

    ¡Oh, benditos toroides de trigo y toroides de luna y toroides de luz!

    ¡Toroides!

    Truun, truuun, truuun.

    Siento el toroide, mis órganos son toroides también.

    Vibra la energía perpetua de mi cuerpo,

    ¡energía de las estrellas!

    ¡Truuun, trump, IMWT!

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