sábado, 3 de noviembre de 2018

NOCHE DE LOS DESAPARECIDOS



Miércoles, 31 de Octubre de 2.018


Vencido como un viejo que pierde al tute,♪
lascivo como el beso del coronel, ♫
furtivo como el Lute cuando era el Lute,,♪
inquieto como un párroco en un burdel, ♫

errante como un taxi por el desierto,,♪
quemado como el cielo de Chernovil, ♫
solo como un poeta en el aeropuerto...,,♪
así estoy yo, así estoy yo, sin ti.  ♫

Es noche de Samain, apoyado en la barra de la Sede, pido una nueva pinta.
La canción me da vueltas en la cabeza, no para de sonar, así me siento yo..triste como un Porco sin un Stag.

Y es que, para qué sino existimos los Porcos?, somos una raza única, creada solo para fozar con las hembras y procrear, y para machacar Stags. Y ahora con la cobarde huida de los ingleses, ya no tenemos razón para continuar nuestro camino. Sin nuestra principal razón de ser, que será de nootros?
De verdad, estoy muy deprimido, he dejado de salir a caminar, las pachangas semanales ya ni me las planteo, he vuelto a pillar unos kilitos, no me veo los pies, y que decir del banano, que languidece por los bajos, ya que sin victorias, nadie quiere sacarle brillo.

Miro para las vitrinas. Solo quedan restos de epocas pasadas y mejores, mínimas señales de tiempos de goleadas en casa, y expediciones valerosas al Norte.
Me deprimo pensando en que este chorromoco pueda acabar sin haber yo logrado el premio L.B, lo cuál sería la mayor injusticia del fútbol moderno, solo a la par de que a  ningún jugador español le hayan otorgado el balón de oro.

Ya ni siquiera hay Porcos celebrando la noche de halloween.
Pienso que  quizás anden por la carpa, así que en cuanto me acaba esta pinta, me iré a tomar la metro salchicha y a seguir ahogando las penas con cerveza alemana.

Acabo, pago y reclamos mi recompensa por las muchas pintas bebidas. El camarero me arroja una camiseta, la miro....será boludo el argie...una XXL.
Mascullo algo, pero no protesto, que carallo, al fin y al cabo es mi talla.

De camino a la carpa y con la camiseta en la mano, medito algo más, como coño, ha aguantado este garito 20 años, con el listado de camareros que ha tenido, y  sin poner a una cachonda con un buen par, detrás de la barra. El ABC de la hostelería también se va al carallo.

30 comentarios:

  1. DOBLE VECES GORDO, DOBLE VECES GAFE3 de noviembre de 2018, 13:04

    Revisando tu diario, me encuentro esto que escribías el 15 de Enero del 2.018 (aka año de la espantada)

    "El primero al subirme a la báscula para comprobar mi estado físico de cara a esta complicada temporada de dos partidos."

    Si es que a los gafes deberían prohibirles ser tan bocas.

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  2. Nada de desarreglos: las múltiples elecciones de las que dispone el nuevo porco bravo deniegan la entropía en favor del control y el cálculo: gimnasio diario, productos orgánicos, chequeos periódicos, hidratación, yoga, dejar de fumar, reducir el café, dormir lo idóneo para una existencia automatizada que contempla cualquier tentación dionisíaca como un desvío que resta calabazas.

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  3. Argie boludo te dio la XXL porque cree que usas la misma talla que el

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  4. De los pájaros de Chernóbil al origen de los pelirrojos5 de noviembre de 2018, 21:48

    quemado como el cielo de Chernovil, pero este Sabina tan andaluz él que es Chernóbil

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  5. El coste que hemos de pagar por vivir en este paraíso progresista es una minucia al fin y al cabo, una cosa insignificante sin la cual la mayoría de nosotros podemos vivir... Tan solo se trata del retroceso de la especie humana, la transformación de sí misma en una cosa distinta, una mutación, un ente híbrido y abortivo, mitad gusano-mitad ciborg. Eso que ya vamos viendo a nuestro alrededor, pululando por doquier alegremente por nuestras calles: sebosas poligoneras y telettubbies tetrapléjicos, podemitas antisistema recargados de tatuajes, de percings y de otros diversos adminículos, algunos de ellos apoltronados ya, merced a la maravillosa democracia y a sus trampantojos en las trincheras del Poder, en esta Expaña tan vanguardista y tan podrida, que se apunta a toda la mierda moderna para estar a la última y que no la tilden de facha.

    No hemos querido aplicar, por no sé qué clase de escrupulos o de moralina, la eugenesia a tiempo y el resultado ha sido la proliferación de los tarados y los untermensch, de los energúmenos y los parásitos, de los elementos peor dotados de la sociedad. E incluso, como vemos ahora, su aupamiento a las más altos cargos y puestos de responsabilidad (esa élite despreocupada e irresponsable de la que hablaba Mike Barja) y la merma o la práctica desaparición de los individuos excelentes, de los pioneros, de aquellos cuya inteligencia o testosterona les hace aptos y los cualifica para realizar los grandes cambios sociales y culturales necesarios, porque son capaces de alterar el orden imperante y cambiarlo por otro distinto cuando sea menester.
    A esos son a los que más temen nuestros mandamases, y están creando los anticuerpos que los destruyen antes de que puedan ser peligrosos.
    Mientras tanto, en sus laboratorios de ingeniería social van creando la raza de los transhumanos eunucoides, de las bolleras femicomunistoides que crearán sin duda un mundo mejor, más igualitario, más seguro, con más Sifone(s)ridad y todo eso... pero en el que el gran arte y los artistas que están en ello no tendrán cabida. Es la contrapartida necesaria, qué le vamos a hacer.

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  6. Si escuchas a Sabina, el banano te lo comes tú6 de noviembre de 2018, 12:28

    Hombre, eso de no tener camareras cachondas...perrita y nabita en su día estaban muy jodibles

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  7. la hermanastra, en plena sesión masturbatoria, se encuentra a su hermanastro caminando sonámbulo por la casa, así que lo guía hasta su cuarto, lo acomoda en su cama y os podéis imaginar el resto. Mención especial a los morbosísimos preliminares, frotando y generando expectativa hasta la esperada ensartada6 de noviembre de 2018, 15:12

    pichturnip tenía sus tetitas y la mujer barbuda daba morbo a los más bujarrones

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  8. Sucedió en Newcastle7 de noviembre de 2018, 23:38

    —¡Ohh, voy a reventar, quítame este coño! —dijo Saburo en japonés y echó a Reiko a un lado, gritando:
    —¡Apártate, cerda!
    Reiko agarró sus piernas y se cayó hacia delante mientras la corrida de él salía disparada y caía por sus nalgas y espalda. El vientre de Reiko se estremeció y empezó a orinarse. Kei, que había estado embadurnándose las tetas con miel, se apresuró a poner un periódico debajo de Reiko.
    —¡Vaya guarrada! —dijo, dio una palmada en el culo de Reiko y se rió como una loca. Moviéndonos por la habitación, retorciéndonos, acogimos las lenguas y dedos y pollas de todo el que quisimos.
    «¿Dónde estoy? ¿Pero dónde estoy?» pensaba yo continuamente. Me metí en la boca algunas de las uvas que había esparcidas por la mesa. Mientras las pelaba con mi lengua y escupía las semillas en un plato, sentí un coño bajo mi mano; cuando levanté la mirada, Kei estaba allí con las piernas abiertas, sonriéndome. Jackson se levantó con calma y se quitó el uniforme. Apagando el delgado cigarrillo mentolado que estaba fumando, se volvió hacia Moko, que estaba balanceándose como una loca encima de Oscar. Vaciando una pequeña botella marrón llena de un líquido de olor dulzón sobre el culo de Moko, Jackson dijo:
    —Hey, Ryu, alcánzame ese tubo blanco que está en el bolsillo de mi camisa ¿vale?
    Con sus manos sujetas por las de Oscar y su culo cubierto por la crema, Moko soltó un grito: «¡Está frí-ío!». Jackson gruñó y la agarró de las nalgas, puso su polla, cubierta también de crema, en posición, y empezó a acometer. Moko se arqueó y gimió.
    Kei levantó la mirada y se fue hacia allí, diciendo:
    —Esto parece divertido.
    Moko gritaba. Kei la cogió del pelo y miró su cara.
    —Luego te pondré un poco de pomada para que no te duela, Moko. —Ella se morreó con Oscar y se rió otra vez con ganas.
    Con una cámara de bolsillo, tomé un primer plano de la cara distorsionada de Moko. Su nariz palpitaba, parecía un corredor de fondo buscando aire. Reiko abrió finalmente los ojos; quizá dándose cuenta de que estaba toda pringada, se fue hacia la ducha. Su boca estaba abierta, sus ojos vacíos, tropezó una y otra vez y se cayó. La tomé por las axilas para levantarla.
    —Oh, Ryu, sálvame —dijo pegando su cara a la mía.
    Un extraño olor salía de su cuerpo. La llevé hasta el baño y abrí el grifo. Mientras estaba sentada bajo la ducha, yo no podía distinguir hacia dónde miraban sus ojos enrojecidos.
    —Reiko, so guarra, te vas a ahogar ahí dentro —Kei entró en la ducha, le puso a Reiko la mano en la entrepierna y luego soltó una carcajada al ver cómo Reiko daba un salto del susto.
    —Ah, eres tú, Kei. Reiko la abrazó y la besó en la boca. Kei se volvió hacia mí, que estaba sentado en el retrete.
    —Hey, Ryu, sienta bien refrescarse ¿verdad? Ésta tiene la piel muy fría pero debe estar muy caliente por dentro. ¡Eh, tienes una cosa muy linda!
    Se metió mi polla en la boca mientras Reiko me echaba el pelo mojado hacia atrás, me buscó la lengua como un bebé busca el pezón y me la chupó con fuerza. Kei se levantó, apoyó las manos contra la pared y me puso su culo delante, luego me hizo enterrar en su agujero, limpio de mucosas por la ducha y seco en su interior. Bob, con sus manos cubiertas de sudor, entró en el baño.
    —Hay pocas chicas, y tú Ryu, hijoputa, acaparando a dos.

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  9. RARO


    ¿Raro? Raro es levantarse a las 7 de la mañana, durante 20 años,
    para hacer lo mismo, la misma triste y puta cosa, todos los días.
    Eso es lo raro.





    SÉ TÚ MISMO


    Uno podría decir: <>. Pero
    no es cierto. Tú ya eres tú mismo. Para lo que te faltan huevos es

    para hacer lo que quieres.

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  10. Una amapola en la solapa11 de noviembre de 2018, 11:52

    Con la guerra siempre como paisaje, hay escalofriantes poemas premonitorios, como el que escribió William Noel Hodgson el 1 de julio de 1916, dos días antes de caer en la batalla y que acaba así:


    Por todos los placeres que voy a perderme,

    Ayúdame, Main, ayúdame a morir.

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  11. La sede es el Basset13 de noviembre de 2018, 14:55

    Eras gordo regordo y el 31-0 te hiciste calabaza

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  12. El antropoceno:¿una situación procesal al margen de la historia de la tierra?15 de noviembre de 2018, 22:55

    Las culturas históricamente desarrolladas significan en primer lugar, y la mayoría de las veces, unidades de supervivencia cerradas en las que se mantiene a los individuos como en cercados artificiales, como si dijéramos en incubadoras

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  13. –¿Has trabajado en burdeles? ¡No mientas!16 de noviembre de 2018, 18:32

    –¡Chúpame!

    La esclava no replica. Arrodillada como está inclina su cabeza sobre el pubis masculino y su boca inicia sabiamente la caricia del miembro circunciso mientras los cabellos rozan los muslos entreabiertos… Lenta, lentamente… El hombre suspira, jadea, se agita, goza… Le queda el cuerpo descoyuntado, disperso, líquido: jamás conoció un diluirse tan febril… La mujer vuelve al rincón de la jofaina, regresa con ella, lava cuidadosamente el miembro empequeñecido.

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  14. Siempre me quieren un poco como algo raro18 de noviembre de 2018, 9:48

    Toda aquella aspiración pansexual, comunal, abierta, se iba obliterando a mi alrededor y el amor, como cualquier otro rasgo de los nuevos tiempos, se transformaba, privatizaba, cocoonizaba, cerrándose en categorías cada vez más definidas: ya no había vasos comunicantes sino compartimentos estancos, ya no había gente a la que amar sin discriminación sino casilleros en los que encajar (casilleros hetero, casilleros gays, casilleros lésbicos, todos afirmándose en los estereotipos más previsibles –esos mismos estereotipos que en los 70 se habrían rechazado como actitudes retrógradas y alienantes-). Y quien, como yo, no entraba en ningún casillero iba dando topetazos cual bola de pinball contra frustrantes y fugaces abortos de relación plenos de malentendidos, refugiándose de manera casi irreversible en una agridulce soledad fantasiosa (que, aparte los humores previsibles, se derramaba en canciones, cuentos, poemas, evocaciones de sesgo sentimental...).
    De pronto, ya transpasado el umbral de siglos/milenios, los dioses, siempre traviesos, me depararon casi al tiempo dos presencias profundamente diversas pero igualmente atractivas por entonces a los ojos de mi corazón, ¿mimbres acaso para que yo realizara finalmente mi anhelo de antipareja, mi visión nunca satisfecha del amor consumado más allá del número 2, mi particular interpretación de la jardielesca frase “TU Y YO SOMOS TRES”? Yo, claro, desde mi puñetera ingenuidad de Robinsón sentimental, entré al trapo en el envite. Y, como era de esperar, me estrellé: nadie, salvo yo, estaba por la labor (se me ofrecía amor, sí, pero desde muy distintas perspectivas: amores, en realidad, y, ya digo, completamente antípodas, antagónicos, incompatibles, en el fondo como en la forma -uno surgido de un común impulso especular, narcisista, incluso me atrevería a llamar homófilo pese a la diferencia formal de género, basado en la búsqueda gozosa de afinidades, y el otro, por el contrario, sustentado en la fascinación por la otredad, por el descubrimiento de parajes emocionales desconocidos o enterrados, en mi caso, desde hacía mucho-). La coyuntura sublime que yo había creído encontrar se volvió desgarro, transtorno bipolar, felicidad mutilada en cada caso (bovarizando, tantalizando a la otra parte en tanto que ausencia), bolero cruel (“¿cómo se pueden amar dos mujeres a la vez y no estar loco?” ).
    A fin de cuentas, los dioses sólo estaban burlándose de mis impulsos anacrónicos, tan vintage (no puede existir el amor como concepción abierta, como tentación monista, en tiempos de antiutopía: sólo disociación, bloqueos, fobias, mimadas como signos preciosos de identidad –y si te rebelas contra ello te llaman inmaduro, amorfo, asexual y te obligan a crecer, esto es, a tapiarte la fontanela del corazón-).
    Sólo buscaba algo (al parecer, aberrante en nuestros días) como la consumación de este horizonte: que quienes más quería también se quisieran entre sí. Y pensar que hubo un tiempo en que tal aspiración se habría considerado hasta hermosa...

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  15. El objeto del chorromoco no era la hostia sino el banano aquel del que hablaba una puta en tiempo de hambre

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  16. Millones de años después de la aparición del género humano, allá por el siglo XVII un médico de nombre Caspar Bartholin "the younger" descubrió -no me pregunten cómo- el verdadero origen de la lubricidad de las mujeres. Ocurrió que Caspar, proveniente de una gran saga de médicos daneses (los Bhartolin) dio con el lugar exacto de las glándulas expendedoras a las que, por supuesto, en un claro alarde de "yo las ví primero" les dio su nombre. Habían nacido pues "las glándulas de Bartholin", y Bartholin conseguido -sobre todo en el gremio de la medicina- algo que solo algunos galanes de Hollywood han logrado para sí: que las féminas visualicen tu nombre cuando se tocan en la intimidad .
    Son tan importantes estas glándulas que -por poner un ejemplar ejemplo- sin ellas no existirían expresiones de esta casa como la de "chochos chorreantes". No confundir por cierto con glándulas de Cowper, que como sabrán los lectores más duchos en Anatomía, son el equivalente másculino de las glándulas de Bartholin (Bartolino para los de aquí) y que a su vez son excretoras de ese pre-lefal líquido transparente, ideal para rematar sesiones de vidio porno como es debido, es decir, con un adecuado deslizamiento y sin la necesidad de recurrir a lubricidades extrapollables. Así fue que, al inglés Cowper le reconcomía el no haber descubierto lo que el gran danés Caspar, pasando a la historia por las pajas y no en cambio por haber puesto su firma en la femenil intimidad...pero, ces´t la vie: Bartholin llegó primero.

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  17. El rapto de las sabinas5 de diciembre de 2018, 10:24

    “¿Amor? sí claro, eyaculaciones secas, telepolvos, ¡joder!, hasta al jipi le lavaban los pies; a mí, ni hostias, coño, y ya te digo, de coño, ni tocar pelo”

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  18. Las hostias del molino6 de diciembre de 2018, 18:02

    Se dice que los porcos bravos han sido subyugados. Es una verdad a medias. A la vez han sido objeto de algo mucho peor, para lo que todavía no hay ninguna palabra. Han sido «camaradizados». Es un estado tremendamente peligroso. Uno se encuentra bajo los efectos de un hechizo. Vive en un mundo de ensoñación y embriaguez. Se siente tan feliz en él y tan terriblemente anulado al mismo tiempo. Tan contento consigo mismo y a la vez víctima de una fealdad sin límites. Tan orgulloso y tan sumamente vil e infrahumano. Uno cree caminar entre las cumbres y se arrastra por el fango. Mientras dure el encantamiento, apenas hay antídoto contra él.

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  19. Diario de un culo roto9 de diciembre de 2018, 12:29

    Enhorabuena por tu hat trick en la quince

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  20. especialmente los que tuvieran un mamado de pretor15 de diciembre de 2018, 12:34

    una ramerilla, como a mí entonces de repente me pareció, no en verdad desagradable ni desagraciada.
    Aquí ella, como digno era del más sodomita

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  21. ¿Quién sabe lo que el hielo habrá arañado
    al rebajar la piedra?

    Ahí están; tendréis que dar largos rodeos
    si queréis evitarlos.
    Lleva su tiempo acostumbrarse. ¡Ahí los tenéis,
    imbéciles! ¡Sentaos, y esperad a que caigan!

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  22. - He dibujado una casa triángulo -dice el niño.

    Un triángulo suave, de aristas blandas que, tal vez, haría pensar en nubes, algodón. Un triángulo donde no tienen cabida pirámide o jeroglíficos. Un triángulo dúctil, de ángulos elásticos, curvos. Un triángulo que no tiembla y es océano. Una figura geométrica donde dibujar personas, seres que no existen. Dibujarlos con lápices que huelen a bosque, sentir el bosque.

    - ¿Me haces unos coches de carreras y dibujas la línea de salida?

    Responder que sí y coger los lápices, acariciar los lápices, olerlos y dar la vuelta al papel y dibujar coches, dibujar coches que corren dentro de un circuito circular. Hacer el contorno de automóviles que viajan (quizás) dentro de un cero.

    - Tú ombligo es como un cero.

    Dibujar un circuito, coches que sólo existen en el papel.
    No pensar.

    Dibujar un edificio con ventanas circulares, bocas, tal vez ojos que te miran desde el interior, desde el papel que es abismo blanco y puro.
    No pensar.

    - He dibujado personas dentro de la casa triángulo –dice el niño.

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  23. un polvorón, arfavo

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  24. Al atardecer, todas ellas cuelgan sus pechos sin madurar
    del ramaje de hierro de los balcones, para que sus vestidos
    se empurpuren al sentirlas desnudas, y de noche, a
    remolque de sus mamas —empavesadas como fragatas—
    van a pasearse por la plaza, para que los hombres les
    eyaculen palabras al oído, y sus pezones fosforescentes se
    enciendan y se apaguen como luciérnagas.

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  25. Bastardo preguiceiro11 de enero de 2019, 12:21

    Esperta cabaza que xa estamos no 19

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  26. Orange es el nuevo negro14 de enero de 2019, 15:13

    Gordo cabrón
    Eres más vago en el blog que en el campo, que ya es decir

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  27. Conocí a un chico que era alérgico al polen y al polvo y al serrín y al humo provocado por combustión de carburantes y a las ensaladas y a los gatos y a las ballenas y a las fibras sintéticas y a uno de cada dos medicamentos. Era uno de esos chicos que no hablan con nadie. Parecía uno de los que viven en campanas de cristal, pero era alérgico a las campanas de cristal, así que tenía que enfrentarse con todas sus alergias. Llevaba sus alergias encima como un viajante de comercio lleva sus maletas. Demostró legalmente que era alérgico a sus padres, así que sus padres tuvieron que darle una pensión vitalicia sin disfrutar a cambio del consuelo de agujerear sus zapatos con sus propias desgracias, además él ni siquiera llevaba zapatos porque era alérgico a la piel y al caucho. Le hicieron unos zapatos de madera pero a él le pareció que era como andar con dos ataúdes chiquititos en los pies, así que los tiró por la ventana. Una chica que pasaba por la calle recogió los zapatos, y como nunca había visto unos zapatos tan raros subió a ver de quién eran. El chico abrió la puerta y la chica entró, los dos se miraron un rato y los dos llevaban solos demasiado tiempo, así que se abrazaron un poco a ver qué pasaba y resultó que la chica iba vestida con fibras sintéticas y tenía ojos de gato, y estaba gorda como una ballena y tenía polen en el pelo y serrín en el cerebro y antibióticos en los dedos y ensaladas en la falda y un motor de explosión que le ayudaba a subir las escaleras. El chico se murió con una estúpida y gigante sonrisa de felicidad en la cara

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  28. Si dejamos de lado los cuatro evangelios, no podemos sino asombrarnos de lo poco
    que saben de Jesús, el llamado Cristo, los autores de los restantes veintitrés textos del
    Nuevo Testamento. San Pablo, al que se le atribuye la mayoría de las epístolas, sabe
    infinitamente menos de él que cualquier niño de nuestros días que vaya a la escuela dominical: no sabe que es hijo de María, una virgen, y de José, un carpintero; no sabe que
    nació en Belén y que de recién nacido el rey Herodes lo quiso matar, ni que de niño
    estuvo discutiendo en el templo con los doctores de la ley, ni que era primo de San Juan
    Bautista que lo bautizó, ni que fue tentado por Satanás en el desierto donde estuvo cuarenta días, ni que resucitó a Lázaro y a la hija de Jairo, ni que caminó sobre el agua, ni
    que multiplicó los panes y los peces, ni que convirtió el agua en vino, ni que expulsaba
    demonios, ni que echó a latigazos a los mercaderes del templo, ni que habló en parábolas, ni que pronunció el sermón de la montaña en que está el Padre Nuestro, ni que entró
    el Domingo de Ramos en triunfo a Jerusalén montado en un borriquito, ni que lo traicionó Judas, ni que lo juzgaron, ni que lo azotaron y lo escupieron y le pusieron una
    corona de espinas los esbirros de Pilatos y Caifas, ni que lo crucificaron entre dos ladrones, ni que le dieron a beber de una esponja empapada en vinagre, ni que tembló la tierra y se rasgó el velo del templo cuando murió, ni que los soldados romanos le pincharon entonces el costado con una lanza y se repartieron a los dados sus vestiduras... Si
    hoy le contara todo esto a San Pablo me diría: "Mentiroso, no inventes". ¡Pero qué va, el
    mentiroso es él! O el que lo inventó.
    ¿Pero es que acaso San Ignacio de Antioquía, San Clemente de Roma y San Policarpo de Esmirna, los tres primeros Padres de la Iglesia conocidos como padres apostólicos
    y que se pretende que vivieron entre los años 50 y 150, saben algo de Cristo? Quedan
    siete epístolas de Ignacio de Antioquía, una de Clemente de Roma (más otra falsamente
    atribuida a él) y una de Policarpo, y lo que está patente en ellas es que aunque sus autores repiten una y otra vez los nombres de Jesús y Cristo saben tan poco de él como San
    Pablo. Estas epístolas de los padres apostólicos más el Pastor de Hermas, la Didaché, la
    Epístola de Bernabé y la Epístola de Diognetus gozaron en la antigüedad cristiana de un
    prestigio casi tan grande como el de los evangelios, si bien el Tercer Concilio de Cartago no las incluyó en el Nuevo Testamento o canon. Como éste están escritas en griego.
    Las copias más antiguas del Nuevo Testamento completo son los códices Sinaiticus y
    Alexandrinus de los siglos iv y v respectivamente, vale decir cercanos al año 397 en que
    tuvo lugar el Tercer Concilio de Cartago. Los códices son copias en hojas de pergamino
    o cueros de animales encuadernadas como libros. De antes de estos códices del Nuevo
    Testamento completo quedan pedazos de rollos de papiro que se preservaron en las arenas secas de Egipto, con uno u otro de los veintisiete textos del Nuevo Testamento, completos o fragmentarios, siendo los más antiguos de cerca al año 200.

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  29. El papiro p45 de la primera mitad del siglo iii, contiene los Hechos de los Apóstoles y por primera vez los cuatro evangelios canónicos, aunque fragmentarios, con los siguientes fragmentos:
    capítulos 20, 21 y partes del 25 y el 26 de Mateo; capítulos 4-13 de Marcos; capítulos 6-
    13 de Lucas; y capítulo 10 de Juan. Anteriores a este papiro, y de cerca al año 200, son
    los papiros p64 y p67 con unos cuantos versículos del Evangelio de Mateo, el p77 con
    otros nueve versículos de este mismo evangelio, el p66 con buena parte del Evangelio de
    Juan, el p75 también con casi todo este evangelio y partes del de Lucas, los papiros p32 y
    p
    46 con fragmentos de epístolas paulinas, el papiro p23 con fragmentos de las no paulinas, y el p98 con algo del Apocalipsis. De cerca al año 200 queda además un pergamino,
    el 0189, con fragmentos de Los Hechos de los Apóstoles. En adelante proliferan las
    copias de los veintisiete textos, de suerte que del siglo ni y siguientes nos quedan centenares, escritas todas, como las enumeradas, en letras mayúsculas griegas pues sólo hasta
    el siglo ix se introdujeron las minúsculas. En fin, en mayúsculas o en minúsculas y del
    siglo que sea, todas las copias que quedan difieren las unas de las otras, presentando el
    conjunto de copias decenas de millares de variantes (ciento cincuenta mil si les sumamos las de las copias del Antiguo Testamento), cosa que al Autor Divino que inspiró los
    textos sagrados lo ha tenido siempre sin cuidado. Que los escribas y los falsificadores
    les agreguen o les quiten o les cambien y hasta les añadan pasajes enteros a sus palabras
    a Él no le preocupa. Que se jodan los exegetas y eruditos y a ver cómo se las arreglan
    para descubrir el texto auténtico que El les dictó a los escritores sagrados. ¿O será que
    también hay exegetas y eruditos inspirados por Dios? En este caso respetuosamente
    desde aquí le sugiero a nuestro Benedicto XVI, el papa teólogo, que canonice a Konstantin von Tischendorf, su paisano de Alemania, que fue el que descubrió el códice Sinaiticus y a quien le debemos una de las ediciones más cuidadosas del texto griego del Nuevo Testamento. San Tischendorf, patrono de los exegetas, ten piedad de nosotros

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  30. Pero tal vez tenga suerte; una suerte tremenda, y viva lo suficiente para observar las primeras nubes formarse en el horizonte, y las primeras gotas de lluvia mojar tu frente agrietada y aborrecible. Cuando llueve en el desierto, nunca se trata solo de una llovizna. Es un aguacero. Y luego, una inundación.

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